Dueño de un clásico inolvidable La academia de la defensa

Hay que destacar el trabajo de los rivales, muchas veces que uno juegue o no también es mérito del rival y no tanto falencia del equipo de uno". Esta fue una de las frases del entrenador "refinero", Ángel Guillermo Hoyos. Y tomando como principio lo dicho por el estratega, está claro que ayer en el "Tahuichi" la receta para que Blooming venciera fue el contragolpe. La estrategia planificada por el entrenador Hernán Boyero dejó estéril al combinado albiverde, concentrando la lucha del juego lejos de su arco y al mismo tiempo generando avances peligrosos en cada oportunidad que tuvo.

Corte a los circuitos de juego. Lo más importante fue ver las "libertades" que otorgó Blooming solamente cuando la línea de defensas de Oriente tenía el balón. Cuando los "albiverdes" subían hasta 3/4 de cancha, se intensificaban las marcas, doblando o triplicando las mismas a quien poseía el esférico.

Blooming se aferró al desempeño físico de sus jugadores y pudo ganar el partido a partir también de ese concepto.

Presionó de tal manera que, literalmente hablando, Oriente no tuvo ocasiones claras de gol durante más del 70% del tiempo de juego. Todo esto fue mérito del juego "académico", que provocó un verdadero descalabro en el sistema de Oriente y le causó la victoria.