lunes, 18 de enero de 2016

Justiniano: “La oferta compromete el patrimonio”

El mandamás de Blooming, Jerjes Justiniano, aseguró que su directorio rechazó la propuesta de los expresidentes porque le pedía que para buscar 250.000 dólares -monto destinado a sueldos de los jugadores- se inicie la venta de 2,2 hectáreas de la sede social, previa aprobación de la asamblea. Justiniano dejó en claro que está trabajando por el club con entrega y no así con desinterés, como, según él, lo manifestaron los exdirigentes minutos antes de su comparecencia ante los medios de comunicación.

Más que un anuncio fue una respuesta. Justiniano aclaró la supuesta tergiversación de los expresidentes en cuanto a lo que conversaron en la reunión del jueves. “Nunca manifestamos ante los ‘paspresidentes’ que habíamos perdido credibilidad ante la interna y externa del directorio”, indicó al inicio. Además dijo que “en ningún momento hubo desinterés en continuar siendo el presidente. Mi posición no es aferrarme a un cargo, mi posición es solucionar el problema”, enfatizó este lunes acompañado por algunos de los miembros de su directorio.

Justiniano dijo que le condicionaron la ayuda que le darían al club. “Se me pidió una renuncia colectiva, yo puedo, pero no puedo obligar al resto del directorio”, resaltó. Tras la cita presentó a sus acompañantes de plancha la decisión y ellos la rechazaron de forma unánime. “Esa es una decisión poco institucional”, agregó. La institución celeste tiene varias deudas, pero la que más les preocupa es la que tienen con sus futbolistas. “Nuestra mayor crisis no es la deuda con terceros. Nuestra mayor deuda es nuestra deuda social con los jugadores”, lamentó.

La venta no está cerrada

Si bien no están de acuerdo con la propuesta de vender parte de la sede para sanear algunas deudas, dejan abierta la posibilidad, previo proyecto. “Si lo vamos a hacer (vender la sede), que sea en aras de un proyecto de autosustentabilidad del club Blooming, creemos que no es nuestra solución”, explicó Justiniano. Los actuales dirigentes dejan la puerta abierta para el diálogo. “El 14 de enero fue una prueba de que se vienen muchas reuniones”, concluyó.

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