Después del 1-1 en Yacuiba, los jugadores de Blooming volvieron el viernes a los entrenamientos con la mira puesta en Bolívar, dejando de lado un compromiso de pago incumplido por la dirigencia del club. El plantel aceptó, una vez más, otorgar un nuevo plazo para que los dirigentes puedan conseguir el monto que se necesita para cubrir el sueldo de septiembre.
El plazo para pagar ese mes se venció el pasado martes, según el acuerdo al que se llegó antes de que el equipo viajara a España para cumplir con un compromiso internacional amistoso.
La delegación viajó con la promesa de que cobrarían el 23 de noviembre; sin embargo, el plazo caducó y nada. Para el partido ante Petrolero se abrió otro compás de espera hasta ayer y tampoco pasó nada. Por último, se fijó el miércoles 2 de diciembre como tope máximo, toda vez que los jugadores pasarán de dos a tres meses sin cobrar. “Solo nos queda confiar en la palabra de los dirigentes, no tenemos otra opción”, dijo uno de los jugadores más representativos del plantel.
El club está en crisis
La dirigencia debe atender los problemas del club en diferentes direcciones. Existe una deuda con los jugadores y otra con la Cooperativa Jesús Nazareno. La entidad financiera ya inició los trámites para el remate de la sede del club, valuada en poco más de 10 millones de dólares. Se llevó a cabo la primera audiencia de remate pero ningún interesado se presentó.
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