El gesto de Erwin Sánchez cuando vio el tablero que indicaba los siete minutos de adición reflejaba la impotencia de un Blooming que había carecido de precisión y efectividad para cerrar un partido que empezó a todo vapor pero que después se le hizo cuesta arriba. El 1-0 de anoche ante Destroyers fue sufrido y luchado en el estadio Tahuichi.
En el primer tiempo, el equipo celeste mostró ambición de entrada con un fútbol fluido y circulando el balón a ras del piso.
Gustavo Britos fue protagonista en los dos situaciones claras que tuvo la academia cruceña antes de abrir el marcador. En primera instancia, el delantero argentino asistió a Joselito Vaca, cuyo disparo salió apenas desviado. Más tarde, falló en la definición con amplio panorama tras un centro rasante de Junior Sánchez.
La otra chance fue un tiro libre de César Pereyra que despejó el golero Juan Carlos Robles.
Destroyers, con pocos argumentos, amenazó con un tiro libre de Diego Paz que devolvió el travesaño.
A los 35 minutos, Gustavo Britos cobró recompensa al definir de primera un servicio del ‘Picante’ Pereyra.
El segundo tiempo fue ampliamente de Destroyers, aunque con un dominio improductivo, pues a medida que avanzaba el reloj no hallaba lucidez en tres cuartos de cancha. Las ganas de Brayan Schmitd no bastaban para romper el bloque defensivo de los celestes.
Blooming fue incapaz de elevar la cuenta porque cayó en un mar de imprecisiones, algo que le impedía aprovechar los contragolpes.
En un trámite aburrido destacó el cabezazo de Jefferson Tavares, quien se topó con la espectacular tapada de Hugo Suárez.
En los últimos pasajes los hombres de Erwin Sánchez se dedicaron a sostener la mínima diferencia jugando con la desesperación de los cuchuquis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario