lunes, 14 de abril de 2014

Hebert Arandia. Fue parte de una buena camada de tahuichis que después se destacó en la Liga

Hebert Arandia es contemporáneo de una camada de buenos jugadores, como José Carlo Fernández, Juan Manuel Peña, Rubén Tufiño, Julio César Amarilla, Juan Carlos Chávez y Jaime Moreno, entre otros. Se inició a los 11 años en la Academia Tahuichi. Iba a ver entrenarse a su hermano mayor, Carlos Alberto, y terminó quedándose. Cuenta que un día estaba observando una práctica de fútbol, faltaba uno para completar el equipo suplente y el técnico de esa época, Carmelo Suárez, lo invitó a jugar. Confiesa que una casualidad lo llevó a ser parte de la academia de fútbol infantil más famosa de Sudamérica y una de las más importantes del mundo.

Durante su etapa de formación, hasta sus 18 años, integró varias selecciones que por aquella época realizaban giras largas por varios países de Europa, atendiendo invitaciones de la Gothia Cup (Suecia) y de la Helsinki Cup (Finlandia). Con más de un centenar de goles marcados en torneos infanto-juveniles y tras haber integrado selecciones cruceñas menores creía estar listo para dar el gran salto, y fue cuando Bolívar le abrió las puertas en 1991. Ese año, jovencito, fue campeón nacional junto a compañeros de peso como Javier Zeoli, Marco Sandy, Carlos Fernando Borja, Vladimir Soria, Fernando Salinas, Carlos Ángel López, Jorge Hirano, Juan José Urruti, entre otros.

Bolívar se clasificó para la Copa Libertadores de 1992, pero su futuro había tomado un rumbo distinto en la tierra que lo vio nacer. Blooming y Bolívar pactaron un trueque entre delanteros: Arandia pasó a la academia cruceña y Víctor Hugo Antelo fue a parar a la paceña.

Fue casi una década llena de alegrías y tristezas en el equipo celeste. Estuvo en los peores y mejores momentos, de eso no hay duda. Fue parte del equipo que descendió de la Liga en 1995, estuvo en el que ascendió en 1996 y también en aquel que, al mando de Carlos Aragonés, ganó dos años seguidos el título nacional (1998-1999). Esos años compartió camarín con el ‘Gato’ Fernández, Reny Ribera, Gustavo Paredes, César Couceiro, Rubén Tufiño, Jimmy Blandón, Martín Menacho, Limberg Gutiérrez y Víctor Hugo Antelo, entre otros que hicieron historia.

Hizo dos goles en el 5-0
Entre los gratos recuerdos que todavía adornan su exitosa carrera futbolística está el 5-0 de Blooming a Oriente en un clásico disputado en 1994. Cómo olvidarlo si en ese partido anotó dos de los cinco goles con los que la academia grabó en la historia del fútbol boliviano una de las mayores goleadas que se hubieran registrado entre clásicos rivales. Y pensar que antes de ir a Bolívar fue a probar suerte en el equipo albiverde y no se quedó, pese a que tenía el visto bueno del DT Antonio de la Zerda, por unos desacuerdos entre la Tahuichi y la dirigencia de Oriente Petrolero.

Era un jugador hábil, rápido, contragolpeador y buen definidor. No por nada su nombre se codea entre los delanteros con más goles convertidos en el historial de la Liga. Con disgusto recuerda que Blooming siempre le cerró las puertas a la posibilidad de cambiar de equipo.

En su buena época The Strongest le ofreció un buen contrato, de lejos mejor que el que había firmado en la academia, pero siempre se encontró con una negativa. Como ejemplo del maltrato que recibía de la dirigencia celeste está la de un delantero argentino que llegó ganando ocho veces más que él y terminó siendo su suplente.

Por injusticias como esas, de las que prefiere no acordarse por la tristeza que le generan, en 2001 decidió ponerle fin a su carrera deportiva, a la edad de 29 años, cuando todavía tenía las ganas y las fuerzas de mostrar algo más.

Tras su alejamiento del fútbol se dedicó a actividades personales muy ajenas al deporte que lo sacó del anonimato. Administró una estación de servicio por la avenida Centenario y paralelamente estuvo ligado a negocios en el campo automotor. Volvió un tiempo a la Tahuichi, como entrenador, para transmitir toda su experiencia en su etapa de jugador y actualmente se gana la vida en su negocio vendiendo accesorios para motos cuadratracks, su otra gran pasión

Por dentro

Está alejado por completo del fútbol

FECHA DE NACIMIENTO 9 - 11 - 1972
EDAD 41 años
Hebert Arandia Téllez se hizo en la Tahuichi y casi toda su carrera como futbolista la realizó en Blooming, con esporádicos pasajes por Bolívar y por Real. Está casado con Lely Céspedes y tiene tres hijos: José Carlos (22), Nicole (20) y Valeria (15). Es hincha de Blooming, Boca, Flamengo y Real Madrid. Tiene un negocio de autopartes para cuadratracks.


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