El delantero de Blooming Hugo Bargas, no solo marca goles, también practica tenis y sabe cocinar, asado, pizza y milanesas. "Me gusta el asado", afirmó el futbolista a DIEZ, cuando empezamos a conocer parte de su intimidad la semana pasada. Bargas sabe preparar carne a la parrilla al estilo argentino. El franco-argentino anotó las dos dianas que le otorgaron la victoria a la academia cruceña, en el clásico 170 y la noche del jueves volvió a marcar ante Universitario de Sucre para convertirse en el goleador del Clausura.
Más allá de marcar goles y del balompié, en su tiempo libre practica tenis y si debe descansar, prefiere mirarlos. Bargas llegó a Blooming en enero, por segunda vez, y hasta el momento ha registrado diez goles con la camiseta celeste.
La figura del clásico cruceño 170 y del partido frente a Universitario de Sucre, tiene ocho tatuajes, en sus brazos, espalda y tobillo. "Tengo tatuado el nombre de mi hermano, la creación de Miguel Ángel, a Diego Maradona y Tribales", comentó. Los grabados se lucen en los festejos del atacante. Alguna vez se ha sacado su polera y ha dejado expuestos la mayoría.
Es amante de las mascotas y le gusta bastante la frutilla. Sus perfumes favoritos son de la línea Armani y le encantan los autos Mini Cooper, maneja uno de ese modelo por las calles de la capital cruceña.
Bargas se ha ganado el cariño de su hinchada, como todo delantero lo debe hacer, con goles. Por primera vez le marcó a Oriente (2), en el clásico, desde su retorno a filas de Blooming.
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