La derrota del jueves contra Bolívar en el Tahuichi (0-1) fue la gota que colmó la paciencia del directorio, que optó por cortar la relación con el técnico que llegó al país con el objetivo de ser campeón, pero que deja el mando sin pena ni gloria.
Tras una mala noche, el día llegó con nubes negras a los bluministas. De uno en uno los jugadores fueron llegando a la sede, donde el ‘Chavo’ Díaz los había convocado para comenzar a preparar el partido de mañana ante Guabirá, en Montero. Casi de forma simultánea el directorio comenzó a planificar una reunión de emergencia al mediodía para analizar la coyuntura y, sobre todo, la situación del entrenador, que no ha podido darle una identidad de fútbol al equipo.
Mientras los directores del club esperaban la hora de la reunión, los minutos se hacían largos para Díaz y para sus dirigidos, pues, tras una charla técnica prolongada, los que jugaron realizaron un trabajo aeróbico y aquellos que no cumplieron una labor más exigente en una de las canchas alternas del complejo deportivo.
Con la plantilla dividida, el DT se paró en medio de una de las canchas y conversó por largo rato con sus colaboradores, para luego irse a meter al vestuario, del que salió casi 15 minutos después y se unió a sus asistentes, que trataban de ponerle buena cara al mal tiempo.
El malestar era evidente, todos estaban con la ‘cara larga’ y fue más notorio al final de la práctica, cuando la prensa tuvo acceso al sector asignado, donde solo el capitán Alejandro Gómez puso el pecho a las preguntas. El volante lamentó la derrota y dijo no encontrar explicación a lo sucedido, pero que a pesar de todo el equipo aún dependía de sí mismo para conseguir la clasificación a un torneo internacional.
Tal como llegaron los jugadores se fueron de la sede. Todo lo contrario sucedía en la secretaría del club, donde se reunió el directorio y estuvo analizando la situación por más de cuatro horas, ya que alrededor de las 16:30 se la dio por concluida. Ahí salió ‘humo blanco’.
Una fuente que participó de la reunión dijo que en ella se pusieron a consideración tres puntos (ver recuadros), en los cuales se buscó contar con el consenso de la mayoría al momento de tomar una decisión.
El resultado de la votación mostró el descontento existente por los malos resultados. Era claro, la cabeza del DT Gustavo Díaz iba a rodar y así fue. La dirigencia no lo hizo oficial hasta que establezca un arreglo. Se conoció que algunos pidieron que ‘Chavo’ se quede hasta el domingo, después del partido frente a Guabirá, mientras que otros eran de la idea de que deje el plantel ya y Raúl Gutiérrez, exjugador del equipo y entrenador de las divisiones menores, asuma el mando interinamente hasta definir al nuevo técnico.
El análisis posterior
Mientras que una parte de la comisión técnica tenía la misión de hablar con Díaz para explicarle la situación, otro grupo analizaba las posibles alternativas que tienen para fichar como técnico. Se dejó en claro la premisa de que el entrenador que venga al club tenga conocimiento del fútbol boliviano. Entre los candidatos están el español Antonio López, el argentino Roberto Pompei y la pareja de argentinos y exjugadores de Blooming Hernán Boyero y Alejandro Schiapparelli.
Por otro lado, algunos medios daban por seguro que Víctor Hugo Antelo sería presentado el lunes, aunque el mismo ‘Tucho’ lo negó categóricamente. Poco después, la dirigencia también lo descartó, junto a Erwin Sánchez.
Esteban Molina, miembro de la comisión económica, dijo que las determinaciones que se tomaron ayer iban a hacerse públicas recién el lunes y que iban a entrar en vigor el mismo día, dejando entrever que Díaz iba a dirigir mañana ante los azucareros, en Montero
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