Quién habría imaginado que un video de solo 10 segundos hubiera calado tan hondo en los jugadores de Blooming. Quizá eso fue clave para que el equipo reaccionara tras un 0-2 en contra ante Oriente, y acabara ganando (3-2) en una remontada memorable para los celestes. En ese video participó Carlos Andrés Sánchez Figueroa. Esta es su historia.
Fanático de Blooming desde chico, ‘Tahuichi’, como lo llaman sus amigos, tiene 18 años y padece de cáncer en uno de sus testículos. Cuando se lo diagnosticaron, antes de pensar en su propia vida, en el desafío que se le venía por delante, lo primero que preguntó fue: “¿Se me acabó la ida al estadio?” La tristeza fue única; el tratamiento obligaba a hacerlo.
Hablar con él fue emotivo por cómo le brillan los ojos cada vez que habla de Blooming. Contó cómo llegó a participar del video de motivación que fue mostrado a los jugadores y cómo fue que se animó a filmarlo para enviarlo.
“Esa noche, antes del partido, sentí la presencia de Dios en mi sueño, me dijo que íbamos a ganar pero no de una forma común. Antes de acostarme, por pura casualidad, miré el Facebook y en la página de Blooming había un mensaje que invitaba a las personas a mandar un video de 10 segundos para dar una sorpresa. En ese momento desperté a mi hermano menor y le dije que me filmara con mi celular”, relató el joven con mucha emoción. Después de cometer esa ‘travesura’, Andrés comentó que por poco no asiste al estadio. Le tuvo que consultar a su doctor para que le diera el visto bueno, aunque sabiendo que debía tener ciertos cuidados. Al final logró el pulgar arriba del médico.
Frente a Oriente era el segundo partido al que iba luego de su operación, ya que hace poco también se ‘escapó’ hasta Montero con sus amigos más cercanos para ver también a Blooming. El clásico no se lo podía perder.
Lo que vivió, fue único
Carlos Andrés considera que todo lo que vivió fue como un rompecabezas, porque cada pieza, desde que mandó su video, hasta la visita de los jugadores a su casa (Federico Pererya y Martín Minadevino se emocionaron), no habría sido posible si no hubiera tenido el suficiente coraje para luchar contra este cáncer.
“Después del gol marcado por Minadevino, me emocioné demasiado. Tiré mi barbijo, me bajé a festejar con las personas. No me importó nada, era feliz”, agregó. Al igual que el resto de los hinchas celestes sufrió en la primera parte, pero luego explotó. “Fue histórico”, añade, rodeado por su familia que lo acompaña.
Dijo que participará de la caravana que comenzará en la plaza Don Bosco y que se encaminará con el paso del bus del plantel hacia el estadio. “Es un día especial, ahí tenemos que estar todos”, dijo Carlos Andrés, un hincha que encontró en Blooming motivación extra para ganar el partido de su vida
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