Alegría y felicidad se respiraba ayer no solo en el plantel profesional de jugadores, sino también en la planta administrativa de Blooming, ya que les fue cancelado un mes de los sueldos atrasados.
Con ello, volvió la tranquilidad por el triunfo del domingo ante su clásico rival Oriente Petrolero y el dinero que hace feliz a todos.
Los celestes retornaron ayer a sus entrenamientos en la mañana en su sede del km 7 al norte bajo el mando de Mauricio Soria.
En el mismo se vio un plantel con caras sonrientes en todo el entrenamiento, señal ineludible del buen momento.
Pablo Salinas, autor de dos goles en el clásico, no fue parte de los entrenamientos debido a que tenía permiso para hacerse su curación de la herida sufrida en la cara. /
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