Blooming demostró con gran categoría que está para pelear el título del Clausura. La victoria de 3-1 conseguida ayer en su visita a Universitario de Sucre lo confirma. Ahora, la academia cruceña se ubica en la segunda posición a solo tres puntos de Bolívar, que lidera la tabla.
Inicio sorpresivo. Los dirigidos por Erwin “Platiní” Sánchez ingresaron al terreno de juego con la intención de continuar con su buena racha en sus partidos como visitante. Y lo consiguieron desde el inicio, porque apenas iban ocho minutos y el atacante argentino Sergio Almirón, de cabeza, y tras recibir un centro de Leonel Morales desde la banda izquierda, puso el uno a cero a favor de la academia cruceña.
Con esa inyección anímica, Blooming demostró su buen juego y comenzó a dominar el partido, ante un rival que no reaccionó y que tampoco demostró ser un equipo en competencia en un torneo internacional.
Los intentos por ampliar la ventaja eran cada vez más frecuentes. Y no fue raro ver el segundo gol, porque en la cancha se encontraba un inspirado Sergio Almirón que, con un impresionante segundo gol, reclamaba su puesto en el equipo titular.
El argentino recibió un pase en profundidad de Mauro Marrone desde la mitad de la cancha y aprovechó la salida desesperada del portero Arturo Cano para superarlo con un sombrerito y mandar el esférico al fondo de las redes (29').
El dominio celeste fue aún superior. El técnico de Universitario, Julio César Baldivieso, se mostraba enfurecido por el bajo rendimiento de sus dirigidos, y más aún cuando llegó el tercer gol para los visitantes.
El balón llegó a los pies de Joselito Vaca, que se encontraba a unos 30 metros de la meta de los estudiantiles. Todos esperaban un centro, pero “Mapaíso” decidió rematar a portería y consiguió un impresionante gol mandando el esférico al ángulo superior izquierdo de Arturo Cano (38').
Los festejos de la hinchada celeste comenzaron, y ni siquiera había terminado la primera etapa.
El descuento. Todavía se jugaban minutos de adición correspondientes al primer tiempo. Y Universitario hacía uno de sus pocos ataques. Fue entonces cuando Cristhian Coímbra se ganó la segunda cartulina amarilla, salió expulsado y dejó a los académicos con 10 jugadores. En la siguiente jugada, el árbitro del compromiso decretó la pena máxima a favor de los capitalinos argumentando una polémica infracción dentro del área. El argentino Martín Palavicini fue el encargado de ejecutar el tiro penal y lo cambió por gol.
Fue todo lo rescatable del partido, porque en la segunda el marcador no se movió.
"El grupo dio todo y nos llevamos tres puntos importantísimos. Tenemos varios jugadores arriba que están jugando bien, así que hay que pelearla."
S. Almirón
Delantero de Blooming
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