Hoy el momento no es bueno. Es más, los números del técnico uruguayo dirigiendo a los celestes habla de una dura realidad: 22 partidos jugados de los cuales ganó en ocho ocasiones, empató en tres y perdió en 11 duelos. El charrúa asumió desde la sexta fecha del torneo pasado en el que acabó en el puesto número nueve; hoy están penúltimos luego de haber jugado cuatro de los seis partidos en Santa Cruz.
Si se mira la tabla en estas siete fechas (Blooming tiene un partido pendiente frente a Bolívar reprogramado para el 3 de abril), se puede entender la preocupación del directorio presidido por Erwin Peredo, ya que el plantel es penúltimo con seis puntos y menos cuatro goles de diferencia, solo por encima de Nacional Potosí, que tiene tres y menos ocho tantos.
La academia comenzó bien y de ahí su rendimiento fue bajando, pues tras ganar sus dos primeros partidos al hilo (San José 2-1 y a Guabirá 1-0), no ha podido volver a festejar, ya que perdió en la Villa Imperial ante Real Potosí (2-0), luego ante Sport Boys (1-3), en el Tahuichi, y después ante Aurora (3-2) en Cochabamba, completando la mala racha el fin de semana cuando cayó ante Oriente (2-3).
Estos malos resultados convierten al equipo en uno de los más goleados, a pesar de tener un arquero como Marco Daniel Vaca que está pasando por un gran momento, ya que ha recibido 12 anotaciones en contra, igual que Oriente y Bolívar y solo superado por Nacional Potosí, al que le hicieron 15 goles.
Pero los malos resultados no son solo de ahora, pues Díaz asumió el mando en Blooming en las primeras fechas del Apertura de la temporada 2013-2014, oportunidad en la que dirigió al equipo en 16 partidos, ganando seis, empatando tres y perdiendo siete, por lo que el plantel terminó en el puesto nueve de la tabla con 25 puntos, solo por encima de Sport Boys, Guabirá y Aurora, equipos que ahora pelean por el descenso. Es por eso la exigencia de hoy por conseguir buenos resultados.
La carga se hace pesada
Francisco Borenstein, miembro de la comisión técnica de Blooming y una de las personas que más tiempo está en la cancha, por la función que desempeña, fue claro al señalar que la situación los lleva a prender las luces de alarma, que les permita reencaminar el rumbo ahora que aún están a tiempo para luchar por los primeros lugares.
Sin querer hacer leña del árbol caído, el dirigente señaló que existe conciencia plena de lo que está sucediendo y que la solución no pasa por despedir al entrenador o a algunos jugadores, sino que urge trabajo duro en busca de corregir los errores. Sostuvo que, individualmente, hay jugadores que pasan por un buen momento, pero que no funcionan de forma colectiva.
Además, añadió que la continuidad del DT no está en duda, solo esperan que en este receso liguero por los feriados de Carnaval el equipo reaccione y comience a ganar. Aclaró que el ratificar al entrenador en el cargo no significa que estén relajados, más al contrario, se han redoblado esfuerzos dentro y fuera de la cancha. Saben que es hora de responderle al público.
Por su lado, Alfredo Schwarm, secretario general del club, señaló que a esta altura del torneo ellos no esperaban estar en esta situación en la tabla (penúltimos). Si se toma en cuenta los fichajes que se hicieron para encarar este torneo, creen que deberían estar más arriba en las posiciones.
Sostuvo que como directorio están dando todas las condiciones necesarias para que el equipo trabaje, pero que los resultados no se estaban dando, lo que era preocupante, y que iban a ver alguna forma de hacer reaccionar a la plantilla y que el directorio se iba a determinar si se daba una sanción económica o si simplemente se les daba una llamada de atención para hacerlos reaccionar.
Coincidieron en señalar que la reunión de directorio que se realizó anoche no era para tomar decisiones, sino para buscar respuestas y soluciones
EN NÚMEROS
8
LOS PARTIDOS GANADOS
Desde que asumió el cargo en Blooming, Díaz dirigió 22 partidos, ganó ocho, empató tres y perdió 11.
28
LOS GOLES QUE MARCÓ EL EQUIPO
En lo que va la era Díaz, el equipo anotó 28 goles, pero recibió 38, lo que lo convierte en uno de los planteles que más veces le vulneraron el arco.
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