El delantero de Blooming considera que el equipo ha mejorado y está en condiciones de salir a ganar el clásico. El buen momento y el estado de ánimo del plantel son sus principales argumentos.
¿Por qué es tan importante ganar este clásico?
Porque el prestigio de cada uno de nosotros está en juego. Hay muchos que cumplen su contrato y todos queremos acabar de la mejor manera el torneo. Además, hace tiempo que no le ganamos a Oriente y es hora de poner fin a esta mala racha.
¿Han mejorado lo suficiente como para ganar a Oriente?
Sí. Los resultados nos han venido acompañando, hay compañeros que levantaron su nivel y todos estamos metidos, por ello creo que eso es motivo suficiente como para salir a ganar el domingo.
¿Qué ha mejorado el equipo con relación al último clásico?
Muchas cosas, pero sobre todo en el juego aéreo en defensa, que hasta hace poco tiempo era uno de nuestros puntos débiles, creo que ahora hemos mejorado suficiente en este tema y algunos compañeros levantaron su nivel.
¿Preferís jugar solo al contragolpe o haciendo pareja con Boyero?
Con Boyero. Es un tipo inteligente que te hace jugar y eso me beneficia mucho, además de que está pasando por un buen momento. Las lucha todas y en cualquier rato te desequilibra.
¿Una derrota el domingo cambiará mucho la euforia que están viviendo?
No pensamos en perder. Sabemos cómo estamos y es por ello que estamos confiados en salir airosos el fin de semana. Además, en estos días todos hemos ido ensayando lo que tenemos que hacer y eso nos da fuerza
Falta sorpresa al equipo de Clausen
Si bien el onceno que paró ayer Néstor Clausen, técnico de Blooming, tenía a dos volantes ofensivos, como Joselito Vaca y Miguel Loaiza, el equipo no tuvo profundidad y la sorpresa necesaria para ganar el clásico.
En la sesión de fútbol, el DT de la academia dejó de lado el equipo que puso en cancha en los entrenamientos del martes y miércoles y optó por ensayar con Andrés Jiménez por Verduguez, Vaca por derecha, en vez de Víctor Hugo Melgar y con Óscar Díaz por Hernán Boyero arriba.
Este equipo tuvo el control de la pelota, pero no así la claridad y profundidad para inquietar al arquero suplente.
Luego de 26 minutos, el DT metió a Verduguez, a Melgar y a Boyero, pero en vez de ganar fuerza, retuvo mucho el balón en la mitad de la cancha y abusó de volver la pelota atrás.
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