CRISIS EN BLOOMING CONTRA LA PARED

Las cartas de ultimátum (intimación) de pago que algunos exdirigentes de Blooming, sus familiares y otras personas han hecho llegar al presidente Roberto Fernández, con el afán de recuperar el dinero que dicen haber prestado, más sus respectivos intereses, deberán esperar a que el club recupere la liquidez, ya que actualmente existe una deuda de $us 3 millones dejada por las anteriores administraciones y está en marcha una auditoría para saber qué se hizo con el dinero que se ‘autoprestaron’.

Fernández sostuvo que no tiene miedo a la millonaria deuda ni a la cantidad de juicios que se le puedan venir (ocho de siete personas), y afirmó que no cancelará dinero, que no tiene, por deudas que no sabe si son verdaderas. “No voy a desconocer ninguna deuda, pero primero quiero ver los recibos, contratos y, además, verificar si esa plata entró realmente al club, ya que para ello se ha encargado una auditoría”, señaló.

Asimismo, dijo que en breve responderá a las cartas que les hicieron llegar los exdirigentes del club, entre ellos el anterior presidente, Ricardo Tarabillo, que en un año de gestión incrementó la deuda de un millón a tres. En las mismas solicitará que se le facilite información que esté respaldada por reconocimientos de firmas y otros documentos.

El presidente de la academia dejó en claro que antes que nada esperará los resultados de la auditoría que se viene realizando y que en breve se conocerán los resultados para proceder a reconocer cualquier deuda existente.

Además de Tarabillo, otros que enviaron sus respectivas cartas son José Nostas, Jorge Vélez Ocampo, Arturo Escalante, Yamil Nacif y un familiar suyo de nombre Elías Nacif, que es a quien se le debe $us 180.000.

Fuentes del club indicaron que todos estos dirigentes cobraban intereses mensuales de 1 y 3%, mientras que Marisol Negrete, el 10%. Ella, por medio de su abogado, Luis Fernando Rivero, que en su momento y con el respaldo de Blooming llegó a integrar el TJD, exige que se le pague el total de la deuda.

Dirigentes del actual directorio fueron claros al manifestar que entre los documentos que solicitarán para reconocer las deudas es indispensable que tengan las facturas de pago de los tributos a las oficinas de Impuestos Nacionales, caso contrario, se estaría cometiendo defraudación fiscal, que es penada con varios años de cárcel.

Anuncian juicios

Roberto Fernández afirmó que una vez salgan los resultados de la auditoría, se iniciarán procesos judiciales en contra de los dirigentes que hubieran incurrido en delitos, así como también a los prestamistas, que aprovechándose de las necesidades del club hubieran pecado de usureros, situación que desvelarán los estudios que se están realizando.

“Esto va a ser largo, no vamos a dudar en denunciar a las personas que hicieron de Blooming una máquina de ganar dinero, esto es un club de fútbol donde las personas que estamos aquí lo hacemos por amor y no venimos a ganar dinero”, puntualizó Fernández, que ayer estuvo inspeccionando el Tahuichi y coordinando las medidas de seguridad para el clásico frente a Oriente.



Las pignoraciones

En Blooming son cautos, pero un dirigente señaló que cuando se empiece a demandar judicialmente, los representantes de la Liga y de la Federación Boliviana de Fútbol se verán implicados en esto, ya que ellos avalaron los préstamos usando como garantía las pignoraciones del dinero que debía ingresar a las arcas del club, por diferentes conceptos, y desviándolos a terceras personas para pagar deudas e intereses.

Para el lunes o martes, el departamento jurídico del club dará a conocer en detalle las acciones legales que está preparando para contrarrestar las demandas judiciales que se le vienen