jueves, 30 de agosto de 2018

Juan Callaú: “En este momento la prioridad es recuperar el terreno”



Juan Callaú, que fue presidente de Blooming en 1996 y luego de 1998 al 2000, logrando el bicampeonato en 1998 y 1999, considera que para darle una solución definitiva a los problemas económicos de su club debe venderse una parte de la sede social. Pero señala que de forma urgente, lo que se debe hacer es tratar de recuperar los 7.782 metros cuadrados que tomó posesión el lunes Marisol Negrete.

¿Su persona asistirá a la asamblea de Blooming?

Estoy pensando asistir. Espero que podamos dar nuestra opinión allá, que tengamos las puertas abiertas para manifestarla y que haya la suficiente madurez en los socios para escuchar las diferentes opciones y diferentes puntos de vista de todos los bluministas que vamos a estar ahí; así que yo voy a estar ahí.


¿Tiene alguna propuesta que pueda salvar a Blooming de esta crisis?

Esa pregunta que usted me hace hay que plantearla desde dos puntos de vista. El primero es ¿cuál es la prioridad absoluta? En este momento la prioridad es recuperar el terreno que no sé si está totalmente perdido, ojalá que no. Hubo un movimiento de la Policía y de la acreedora que tomó posesión, pero para recuperar el terreno tenemos que trabajar de la mano de los mejores abogados de Santa Cruz y que están dispuestos a colaborar con esta gestión. En este momento se acabaron los egoísmos y las puertas cerradas; si es que en estos momentos el directorio nos llama para reunirnos y ver qué pensamos, ojo no en la asamblea por que ahí hablan muchos y esto requiere de un trabajo de relojería, a puerta cerrada, en la sede o en la secretaría del club, donde podamos dar a conocer nuestros puntos de vista. El trabajo se lo debe hacer de la mano de buenos abogados y no empíricamente, ni con buenas intenciones ni gritando “la sede no se vende”.

¿Cuál es el segundo planteamiento?

Es buscar una solución integral para la institución, porque quedan deudas a los jugadores, a personas de buena fe y se debe a medio mundo, son 3,8 millones de dólares en deudas, hay que superar eso y para ello hay que dar dos pasos en paralelo, primero vender esas tres hectáreas que compró Pimpo Bendek, que fueron adicionales a las siete hectáreas que dejó Tito Paz, esas siete se consideran la sede original que no la tocaríamos, aunque se lo puede hacer para comprar una sede más grande y más bonita. Vender esas tres hectáreas sería el inicio de la solución al problema integral, porque tendríamos buenos ingresos y eso genera credibilidad, y luego damos el paso siguiente, que es llamar a todos los bluministas a hacerse socios. No puede ser que una institución que se jacta de ser una de las más grandes del país no tenga más de 1.500 socios. Necesitamos 5.000 a 6.000 socios como mínimo y que esa gente sepa qué se hace con su dinero, yo creo que esta crisis va a ser superada y es una gran oportunidad para un buen arranque de nuestra institución hacia el camino del éxito, de la tranquilidad y de la prosperidad.

¿Qué papel han jugado los expresidentes en la actual gestión de Juan Jordán?

Hubo una reunión inicial con el presidente Jordán cuando se conformó la comisión de notables, eso fue hace más de un año, cuando él asumió la presidencia. Esa fue la única oportunidad que tuve de conversar con él y esa vez le planteé la necesidad de vender esas tres hectáreas de la sede porque había malas señales. No va a venir un iluminado o un tipo desprendido con su plata a ayudar gratuitamente.

Jordán, en unas declaraciones a nuestro medio dice: “A esa persona me la envió Dios”, refiriéndose a un empresario de la firma Sublimaker que estaría dispuesto a poner plata a cambio de manejar la marca Blooming y de administrar la sede social por 10 años.

Esas cosas no existen, no existen los enviados de Dios. Existe gente que quiere hacer negocios y si el negocio es bueno para Blooming, vamos para adelante, pero los socios y los expresidentes tenemos que saber en qué consiste el negocio. Porque esa vez que nos reunimos con Juan (Jordán) nos dijo que tenía un proyecto, pero lo tiene encapsulado solo para él, no lo explicó, esa vez yo le dije hay que vender, sanear esto y comenzar una campaña para tener más socios, pero él dijo que tenía otra opción y yo le respondí que la plantee y la ejecute en este momento, no para dentro de un año, porque todo venía muy feo ya que había intentos de remates y luego se perdieron puntos y parte del patrimonio. Fue la única vez que hablé con él.


¿Se les cerró las puertas?

Me da la sensación de que los diferentes directorios no se dejan ayudar, creo que Blooming es una institución muy grande para que solo haya un directorio operativo. Debe haber gente o un equipo adicional de experiencia que asesore, gente que defina políticas y proponga políticas a seguir o manejos de crisis como la de ahora. No es a gritos ni llevando 50 chicos a que defiendan los terrenos con cohetes, no es así la cosa, la cosa es con argumentos, con abogados, con cosas concretas.

El actual presidente dijo que se siente utilizado por la gente que quiere vender la sede…

Yo no coincido con eso, no sé quién lo está queriendo utilizar, no sé a qué se refiere, yo no puedo hablar por él. Lo que sí puedo reiterar es mi posición clara: no debería haber problemas para vender la sede si es que se compra una sede más grande, más bonita y se construye algo mejor en otro lugar. En la actual coyuntura estamos hablando de vender solo tres hectáreas, que no debería ser problema dada la magnitud de la crisis que estamos manejando y dado que no se vislumbra una luz al final del túnel porque hay gente que prestó dinero y hay que pagar, además de armar un buen equipo.

¿Se puede lograr que Blooming sea sostenible?

Para eso la clave es tener socios, no vamos a poder hacer nada si no tenemos 5.000 o 6.000 socios como mínimo, la palabra sostenibilidad es también clave porque eso significa viabilidad en el futuro; ojo, no es mi punto de vista , pero conversando con bluministas connotados de este pueblo, no necesariamente expresidentes ni nada por el estilo, me dicen que a este paso Blooming va a desaparecer en no más de 10 años si no hacemos algo urgente, y tal vez tienen razón pero hay que aplicar medidas correcticas urgentes no solo para salvarnos de esta crisis, sino para retomar el camino glorioso.

¿Ha pensado en algún momento en volver a la presidencia del club?

No, definitivamente no. Yo siempre bromeo en mi fraternidad y digo yo voy a volver, pero en mi próxima vida. Se requiere mucho sacrificio, no estoy en condiciones, ya pasó mi momento, conseguir dos títulos es algo inolvidable, estoy satisfecho de lo que hice, pero volver a la presidencia nunca más.

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