El arco se le cierra a Blooming, que vuelve a tropezar en casa

“Nos vamos tristes porque queríamos ganar”. La frase resume la impotencia del arquero de Blooming Rubén Cordano, tras el empate sin goles ante The Strongest en el estadio Tahuichi. El equipo cruceño volvió a mostrar falencias en la definición, de hecho el travesaño se cruzó en el camino en dos oportunidades, en el mejor momento que tuvo en el terreno. Del otro lado, el Tigre manejó las acciones en varios pasajes del encuentro, gracias al volumen de juego que desarrolló con la pelota, pero careció de profundidad. El primer tiempo transcurrió bajo un trámite discreto en vista de los frecuentes roces y las pelotas divididas que rifaban ambos equipos. Blooming generó una gran oportunidad de gol tras un desborde de Alejandro Quintana. En la continuidad de la acción, Joselito Vaca asistió a Mauricio Saucedo, quien ejecutó un disparo que se marchó desviado. En cambio, el Tigre inquietó a través del balón parado. Pablo Escobar estuvo cerca de anotar un gol olímpico pero se topó con las manos de Rubén Cordano. En el segundo tiempo, Blooming tuvo problemas para asumir la posesión del balón. Inclusive hubo pasajes en los que apostó al contragolpe. The Strongest se mostraba sólido en defensa y el medio campo, ganando los duelos en la cancha, aunque sin ser punzante en ataque, salvo un par de arremetidas en las cuales fue oportuna la intervención de Rubén Cordano. Blooming intentó tener fluidez en tres cuartos de cancha con el ingreso de Kevin Farell y José Vargas, quien soltó un derechazo que pegó en el travesaño. Mucho antes, Alejandro Quintana había despilfarrado dos situaciones en el área. El horizontal le volvió a negar el gol a los celestes, esta vez con un disparo de Pablo de Miranda, en un pasaje del compromiso en el que el Tigre sólo atinaba a defenderse. En medio de la desesperación, Daniel Néculman entró para fortalecer la ofensiva de Blooming, sin embargo el cero no se movió del marcador.