lunes, 18 de julio de 2016

Herrera quiso hacer justicia por mano propia



“Pensó que estaba en una cancha de barrio”, fue el comentario que más veces se repitió en las graderías del estadio de Real Santa Cruz ante la reacción del jugador de Blooming Carlos Herrera. El delantero tomó el balón con las manos sin la autorización del árbitro y reclamó una mano de Ronald Raldes; se ganó la expulsión y el repudio de los seguidores celestes en la segunda parte del compromiso.

Cuando el cronómetro marcaba el minuto 73, el atacante entró al área para disputar un balón con Raldes, pero el defensor le ganó a despejarla. Tras caer el balón al piso la tomó con las manos y pidió a José Jordán que cobre penal a favor de su equipo por una supuesta mano del experimentado central. El juez no dudó y le mostró su segunda tarjeta amarilla, que derivó en su expulsión.

El argentino Herrera se fue insultado y burlado de la cancha, ya que muchos coincidieron en que su reacción no fue la de un jugador profesional, sino de algún aficionado al balompié. Sin duda que será la jugada más comentada de la semana por su peculiaridad. El jugador se fue directo al vestuario y estuvo a punto de recibir un botellazo lanzado desde las graderías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario