lunes, 16 de mayo de 2016

Boyero: “Tenemos 22 puntos y eso da vergüenza”



Los 90 minutos del superclásico cruceño los dirigió desde la pista atlética del estadio Tahuichi Aguilera, nunca se sentó. El DT de Blooming, Hernán Boyero, vivió con intensidad el partido que su equipo logró empatar en los descuentos. Corre el rumor de que el de ayer puede ser su último clásico, pues se comenta que es un hecho la llegada de otro técnico una vez que finalice este torneo. ‘El Flaco’ dice que respetará cualquier decisión de la dirigencia.

Cuando los equipos ingresaron al campo de juego, Boyero apareció vestido de polera blanca, pantalón jean celeste y zapatillas blancas. Desde el pitazo inicial del árbitro Jorge Joaquín Antequera decidió quedarse parado para dar instrucciones a sus pupilos.

A los 11 minutos, con el afán de ser escuchado por sus jugadores, pisó el césped del Tahuichi y el cuarto árbitro Jaimito Suárez le llamó la atención para que no se repita ese tipo de acciones.

A los 25’ comenzó a lloviznar, pero recién en el minuto 42, cuando ya llovía copiosamente, alguien le pasó una chamarra impermeable para que se proteja y se quedó con dicha prenda durante todo el encuentro, hasta el pitazo final.

Se lo veía muy metido en el partido y lo vivía con intensidad. En el minuto 92, cuando llegó el empate, se sacó toda la bronca que parecía que llevaba dentro: lo gritó eufóricamente, primero por poco pega un par de golpes al piso, luego miró al cielo con los puños apretados y después se acercó a su principal colaborador, Alejandro Schiapparelli, con el que se dio un apretón de manos.

Poco después finalizó el partido y El Flaco lo celebró primero con Schiapparelli, con el que se dio un beso en la mejilla y luego vino el saludo a casi todos los jugadores.

Se sinceró

Tras el pitazo final Boyero se dirigió al vestuario sin dar entrevistas, lo hizo recién en el camarín después de casi 45 minutos de concluido el partido. Primero una rueda de prensa y luego se dio tiempo para conversar con EL DEBER.

“A nadie le gusta perder un clásico, es difícil para el jugador en la cancha y el día después, se sufre mucho cuando se pierde un clásico y por eso no lo quería perder”, dijo Boyero, que en el choque de ida con Oriente había logrado un triunfo.

Sobre su continuidad en el equipo fue claro en señalar que los dirigentes son su autoridad y que respetará la decisión que ellos asuman, aunque se da por hecho que otro ocupará su lugar después de que finalice el Clausura. El nombre de Mauricio Soria vuelve a sonar y muy fuerte.

“Quiero seguir, pero sé que la realidad es que no se ha hecho una buena campaña. Blooming tendría que estar peleando el campeonato y estar arriba de los 30 puntos, pero sé que el primer fusible es el cuerpo técnico y no estoy ajeno a eso. Lo trabajado no se vio en los resultados, soy consciente de que tenemos 22 puntos y eso, obviamente, da vergüenza”, agregó El Flaco.

Mínima chance

El empate de ayer aún le da vida a la academia cruceña para intentar lograr una clasificación a la Copa Sudamericana, pues suma 47 y con 48 está San José y con 51, Nacional Potosí, que son los equipos que están peleando el último cupo a un torneo internacional.

En la próxima fecha se enfrentarán justamente San José y Nacional, en Oruro, y un triunfo del equipo santo puede favorecer a los intereses de Blooming, que rivalizará con Sport Boys.

“Este punto es tan importante como los otros que hemos conseguido sumar, aunque repito que Blooming es un equipo grande y debería estar peleando más arriba”, concluyó El Flaco

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