Cerca de las 9:00 se instaló una reunión de emergencia de la dirigencia de Blooming para intentar ‘persuadir’ a los jugadores para que suspendan el paro y se presenten al partido de la tarde. En esa reunión hasta se habló con Alberto Lozada, de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), y con gente de Fabol para que el equipo se presentara a jugar.
Lo inesperado fue que ninguno de los jugadores contestó los requerimientos de los medios, que esperaban una respuesta a si el paro era evidentemente por los sueldos. Al final, cerca del mediodía, salió ‘humo blanco’ de la reunión, ya que el directivo Agustín Zambrana informó, a través de sus cuentas de redes sociales, de que el paro se levantaba y de que Blooming iba a presentarse con todos sus titulares.
Pasó el mediodía y la hora al partido se acercaba. Lo llamativo del caso fue que en los vestuarios del Tahuichi aparecieron los juveniles, que decían estar listos ante cualquier emergencia; el acuerdo del paro por deudas (seguía sin confirmarlo alguien del plantel) parecía no haberse solucionado a pleno. Lo más novedoso fue cuando llegó el plantel al Tahuichi y los hinchas que estaban en las afueras se le avalanzaron insultándolos, gritándoles de todo por “haber roto el acuerdo”. Se supo que una facción de la barrabrava ‘apretó’ al primer plantel para que perdieran ante Bolívar, ya que solo así se garantizaba que su archirrival, Oriente, no saliera campeón. Los jugadores bajaron sin hacer declaraciones y, cuando estuvieron dentro, nuevamente se convocó a una reunión con varios directivos.
Lo que se informó fue de que era para tocar el tema económico, nada más. Mauricio Soria, el técnico que el día anterior renunciabam aduciendo también problemas económicos, deseó suerte, saludó a todos y se marchó de los vestuarios aclarando que al aceptarle su renuncia él no podía dirigir, más allá de que había dicho que quería despedirse en este partido y ganando (armó un equipo para eso el jueves).
Sorpresa mayúscula
Los juveniles comenzaron a abandonar la cancha uno a uno y cuando se dio la nómina vino la primera gran sorpresa: no estaban en el equipo titular Joselito Vaca, Sergio Almirón, Federico Pereyra ni Pablo Salinas, pilares en este Blooming 2014. Pero además, poco después Fernando ‘Castor’ Suárez, que asumió como técnico interino, confirmó que él no armó el onceno que jugó ante Bolívar.
Las sonrisas se les comenzó a dibujar en el rostro a los hinchas locales desde ese instante y ni qué decir a sus rivales. No era el Blooming que apuntaba a ganar, más allá de lo que había dicho su presidente (Erwin Peredo) y de lo que buscaba Mauricio Soria con el equipo que había ensayado. Este Blooming lucía distinto con sus principales figuras sentadas en el banquillo de suplentes, con un equipo que jugaba por primera vez junto y que, además, quedaba en la incertidumbre sobre quién armó ese onceno. Bolívar tuvo todo para ser campeón, más de allá de que el DT Azkargorta hubiera dicho que se topó con un rival “con dignidad”.
Nunca antes se vio una jornada como la de anoche porque los goles de Bolívar y de The Strongest, que se enfrentaba a Oriente, fueron celebrados eufóricamente por los hinchas de Blooming. Cada gol, cada jugada de riesgo visitante eran alentados a que culminara con un gol en contra de su propio equipo. “Me parece que Oriente no sale campeón, porque Blooming lo c...”, cantaban cada vez que el partido decaía. La jornada acabó así, con Blooming festejando una derrota, un título y el hecho de que su clásico rival no hubiera ganado el torneo.
Gritos e insultos al equipo a su llegada
Cerca de las 16:00, el micro que transportaba al equipo se encaminó hacia el Tahuichi. Pero al ingresar, y en medio de rostros trémulos, serios y de mucha tensión, se escucharon gritos e insultos de los hinchas de Blooming hacia su plantel. Ellos no querían que se presentaran para jugar frente a Bolívar.
Es más, hubo un momento de clímax pleno porque quien debía abrir la reja para ingresar debajo de las graderías se retrasó y originó que la bronca crezca. Los barras apostaban a ver a los juveniles, como en principio se informó, pero al final el primer plantel se presentó tras suspender un ‘paro’ en reclamo de deudas atrasadas.
Esto no les gustó para nada a los barras, que apuntaban a ver a los juveniles. “Queremos que pierdan, no ganen hoy o ya verán”, les gritaban en tono amenazante. Una gran cantidad de periodistas estaba apostadas en el sector por donde ingresaba el micro y apenas bajaron los jugadores, nadie quiso hablar, nadie dio una declaración oficial sobre el paro por el que se originó el embrolló previo al partido.
Serios, bajaron uno por uno mientras del otro lado de la reja su propia parcialidad los seguía insultando. Varios directivos ya estaban en ese sector y, a un costado, los jugadores juveniles que junto con ‘Castor’ Suárez, se presentaron para jugar si es que no se llegaba a un acuerdo, pese a que en principio se informó de que sí se lo había hecho. Dos reuniones previas a puertas cerradas complicaban aún más el panorama.
Y como sucedió en la previa, tras el final del partido y en medio del festejo bolivarista, los jugadores se encaminaron rápidamente hacia su vestuario sin hablar de la situación. Los barras apuntaron directamente a ellos.
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