Blooming tuvo que conformarse con clasificar a la Copa Sudamericana 2018, luego de empatar ayer (1-1) con Petrolero en el estadio Federico Ibarra en Campo Pajoso (Yacuiba). Los resultados no se dieron para que el equipo cruceño acceda a la Libertadores 2018. En primera instancia debía ganar por goleada a Petrolero, además de esperar una derrota por amplio margen de The Strongest ante Wilstermann –el aviador se impuso (1-2) – y un revés de San José, que se dio frente a Nacional Potosí (3-1). Blooming cerró el Clausura 2017 en el quinto lugar con 32 puntos, mientras que en la tabla acumulada –sumatoria de dos torneos– ocupó la cuarta plaza con 95 unidades. En el plano futbolístico, los dirigidos por Jeaustin Campos no supieron capitalizar el dominio que impusieron en el primer tiempo, toda vez que perdieron el rumbo en la etapa de complemento, algo que casi les cuesta la derrota. Petrolero sorprendió de entrada (7’) con un zurdazo de Luis Hurtado desde unos 35 metros, con el que decretó el 1-0 a los siete minutos. Blooming sintió el impacto y asumió un rol protagónico en el manejo de la pelota. Fue así que niveló la cuenta: José Sagredo robó un balón en el área y enseguida asistió a Leonardo Vaca, que anotó con arco vacío (29’). De ahí en adelante, los celestes trataron de colocarse en ventaja pero sin argumentos ofensivos. Kevin Farell ensayó un disparo cruzado y Joselito Vaca ejecutó un tiro que controló sin problemas el meta Juan Carlos Robles. En cambio, Petrolero desperdició una chance clara por conducto de Rodrigo Vargas, cuyo remate dentro del área fue repelido de manera felina por Rubén Cordano. PETROLERO PERDIÓ CHANCES CLARAS Tras conocer que Universitario ganaba a Bolívar en La Paz, Petrolero cambió el ‘chip’ en el segundo tiempo, pues colocó el balón a ras del piso para generar varias opciones de peligro, la mayoría en los pies de Rodrigo Vargas, quien se aplazó en tres mano a mano ante Rubén Cordano. En uno de ellos, Franco Coria despejó el balón cerca de la línea de gol. Blooming respondió mediante esporádicos contragolpes a través de César Pereyra, Alejandro Quintana y ‘Leo’ Vaca, aunque sin precisión ni contundencia.
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