Llegó a mediados de julio a Santa Cruz, luego de haber viajado por tierra durante 36 horas desde Asunción. No vino al azar, pues en su país, mientras jugaba en el equipo que lo hizo debutar como profesional, Cerro Porteño de Presidente Franco (primera división), un dirigente de la academia lo contactó y le dijo de la posibilidad de venir a Bolivia.
Su llegada no fue fácil, pues en la terminal de buses nadie fue a buscarlo y ese día por cosas del destino llegó hasta el lugar el cónsul de Paraguay en Santa Cruz, Hugo Batista, que le dio posada un día hasta que logró ubicar al directivo celeste para que se hagan cargo de él.
Ya en la sede campestre las cosas no fueron mejores, es más, los primeros días se sintió mal, ya que el técnico dijo que él no era el jugador que había pedido.
A pesar de los inconvenientes no quiso volver a su país con las manos vacías. Se quedó y si bien su contrato sigue siendo el mismo, sabe que gracias a su perseverancia vienen días mejores.
Los malos ratos parecían de nunca acabar, no firmaba contrato, es más, lo pusieron a prueba en un partido amistoso donde hizo cinco goles, no conformes con ello, la dirigencia le propuso que disputara otro amistoso más, donde volvió a anotar. Recién ahí le hicieron su contrato, pero ya no de un año, como le habían ofrecido, sino por seis meses, cosa que ya ve pronto de terminar, para mejorar su contrato, que a decir de él es muy bajo.
Lázaga es su primo
Con la incertidumbre de no saber qué iba a ser de su suerte, Ayala se sorprendió cuando vio llegar a la sede de Blooming a su primo, Marco Lázaga, con quien nunca había jugado, pero que ahora comparten mucho tiempo juntos
EL DATO
Jugó el Mundialito
El gramado del estadio Tahuichi no fue una novedad para el paraguayo José Ayala, puesto que en 2007 jugó el Mundialito Paz y Unidad, en el equipo de Atlantis de Paraguay. Esa vez pasaron a la segunda fase, en la que fueron eliminados en el primer partido que jugaron.
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