lunes, 14 de septiembre de 2015

Erwin Sánchez: ‘Seguimos hablando lo mismo de hace 20 años’



Bajo el mando de Erwin Sánchez, Blooming comenzó muy bien la temporada ganando la Copa Cine Center. Pero en el torneo Apertura de la Liga ya no le va tan bien, entre otras cosas, por los problemas económicos por los que atraviesa el club.

De paso Sánchez, notable exjugador nacional y seleccionador, habla de la realidad del fútbol boliviano.

— Con Blooming usted ganó la Copa Cine Center, parecía que las cosas iban bien, pero en el Apertura parece diferente. ¿Qué ha pasado?

— Primero, me siento contento por haber logrado el campeonato de la Copa Cine Center, pero más que contento estoy tranquilo porque cuando uno consigue algo, acarrea más responsabilidades, más trabajo, más humildad, tiene que ser consciente de que está construyendo una carrera nueva. Igual seguimos batallando con cosas que creemos que no son correctas, aquello nos trae problemas, pero no podemos cambiar lo que somos. Sigo siendo la misma persona, frontal, leal, la misma que trabaja para buscar buenas cosas y principalmente que surjan jugadores.

— Le insisto, ¿qué pasó con Blooming luego de la Copa Cine Center?

— Hay muchas cosas que pueden pesar en el rendimiento de un atleta independientemente de que sea de cualquier equipo u otra disciplina, pagamos esas consecuencias de relajarnos, pero volvimos otra vez a ser el Blooming que juega, que quiere ser protagonista, que no quiere meterse atrás, el que intenta hacer cosas diferentes, por ello me siento tranquilo. Estamos encaminados en busca de buenos resultados.

— ¿Los problemas económicos están influyendo mucho?

— Es complicada la situación, pero les dije a los jugadores que comenzamos bien, armamos un buen grupo primero, estamos construyendo un buen equipo y yo no lo voy a abandonar. Sé que debo tener bastante paciencia. Es diferente a que uno se salga y abandone el barco, no lo voy a hacer. Ahora, si los dirigentes toman otra posición, ya es harina de otro costal; pero por ahora quiero trabajar con ellos y ellos conmigo, y vamos a seguir porque pensamos que si hicimos buenos partidos en la Copa podemos hacerlos en el campeonato. No está lejana la posibilidad de pelear por el título, porque recién va la primera rueda y dependemos de nosotros.

— ¿Erwin Sánchez maduró como entrenador?

— Yo creo que si uno no aprende con el pasar del tiempo, con los hechos que suceden, principalmente con las cosas menos buenas, estamos mal, y no es que me crea inteligente, pero el tiempo nos enseña muchas cosas y gracias a Dios podemos ponerlas en práctica en una siguiente vez, eso es lo que vamos haciendo. No quiero pelearme más con los árbitros, no quiero que me expulsen más; sé que alguna vez se me soltará la cadena, pero intento estar tranquilo porque sé que el trabajo de ellos es bien complicado. Ante Bolívar le reclamé (al árbitro) con respeto que nos dejara terminar las jugadas y la reacción del juez fue sacarme con la Policía; en fin, son cosas del fútbol, pero hay que respetar a la gente.

— Lo que se dice de nuestro fútbol es que está mal, que no hay nuevos valores, ¿es así en Blooming?

— Depende. De Cristian Coimbra no podemos decir que es joven, por la cantidad de partidos que tiene, pero aparecen otros chicos como Leonardo Vaca que está en un periodo de aprendizaje a pesar de que desde que llegamos fue teniendo minutos de juego. Paul Arano es un buen jugador, estoy contento porque Moisés Villarroel está en Colo Colo y los comentarios son buenos, y creemos que vamos por buen camino ya que al menos en Blooming estamos trabajando bien en ese sentido.

— ¿Por qué después de tantos años ustedes, que fueron al Mundial en 1994, siguen siendo protagonistas hoy por hoy a través de los recuerdos?

— Lamentablemente es así, es que es señal de que las cosas no se hicieron bien desde ese entonces. Nosotros bien, pero por el otro lado mal, porque las cosas no se desarrollaron como debían ser, no hubo cambios o recambios en los protagonistas que son los jugadores, por eso seguimos hablando lo mismo de hace 20 años, que no trabajamos en inferiores, que no se le da el valor adecuado, que los campeonatos de las inferiores duran cuatro meses y así qué formación van a tener los chicos cuando lleguen a ser profesionales. No puede ser que en la selección un entrenador siga enseñando a un chico a pararse dentro de la cancha o tenga que explicarle un sistema táctico de juego, son “dibujos” tácticos que un jugador que tiene base tranquilamente tendría que conocer fácilmente. Si nos cuesta que nuestros jugadores entiendan aquello, imagínense cómo uno tiene que hacer durante el desarrollo de un partido, es complicado, después no hay resultados y el culpable es el entrenador. Ya está de buen tamaño que le echen la culpa solamente a un lado, seguimos padeciendo lo mismo desde hace 20 años. ¿Por qué Venezuela está encima? Porque tiene 50 jugadores en el exterior. ¿Cuántos tiene Bolivia? Y después, con 15 o 20 días de trabajo queremos buenos resultados. Debemos ser conscientes y decir que todos tenemos culpa en esto, no solamente los jugadores, técnicos, dirigentes. Somos cómodos y cuando somos cómodos no hay cambios en nada.

— Entonces, ¿cómo ve lo que viene para las eliminatorias?

— Yo soy un convencido de que esté el cuerpo técnico que esté al mando de la Verde se le tiene que dar todo el apoyo; después, al final del ciclo, sacar conclusiones, no al inicio. Por un partido, por un tropiezo, no, hay que darle tiempo. Creo que todos los que hemos pasado como técnicos de la selección sabemos que alguna cosa hemos dejado de bueno. No veo un proceso de cuatro años, un proceso debe ser entre ocho y 12 años, ese es un proceso. En una fase eliminatoria, cuando el entrenador ya está logrando tener una base, todo clarificado, te sacan; entonces dónde está el proceso, no hay. Si uno está trabajando con chicos jóvenes de 17 o 18 años, en ocho años esos jugadores van a estar maduros, eso es proceso. Pero en cuatro años, cuando crees que tienes todo en blanco te sacan y viene otro y comienza de cero y gira así. De paso hay algunos técnicos que llegan a la selección solo para agrandar su currículum, por nada más que por eso.

— ¿Qué le falta al jugador boliviano hoy por hoy?

— Le está faltando formación, porque si no está bien formado cómo va a aguantar una presión de 50.000 o 60.000 personas, cómo va a aguantar a Brasil o Argentina si aquí (en Bolivia) no podemos aguantar 5.000 personas. No es solamente formación en la cancha, sino en todos los aspectos, incluso psicológico, esas diferencias no la queremos hacer ver, pero son reales y tropezamos con esas cosas.


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